Torre de Calahorra (Andalucía)
Aquellos que les guste pasear con serena calma por una hermosa ciudad llena de lugares de entrañable interés tienen que visitar Córdoba casi por obligación. En esta ocasión nos vamos a acercar hasta este privilegiada localidad para ver una de sus más representativas joyas arquitectónicas y por la que tengo un cariño y apego especial; la Torre de Calahorra.
La torre de la Calahorra se encuentra en el extremo sur del puente romano que cruza el río Guadalquivir, la vista panorámica que se tiene desde la fortaleza sobre Córdoba y el Guadalquivir, ni que decir tiene, que es uno de esos regalos que podemos hacer a nuestros ojos y a nuestro espíritu y que siempre nos lo agradecerán.
Parece ser que fueron los árabes los que levantaron un primitivo castillo en esa zona, castillo que defendía la cabecera del puente romano construido durante el mandato de Octavio Augusto (llamado también César Augusto y que fue sobrino del gran Julio). Ese primitivo asentamiento árabe no era más que un par de torres que se unían con un arco y que permitían y controlaban la entrada a la ciudad
La Torre de Calahorra tal y como la conocemos hoy en día (aunque ha sufrido posteriores modificaciones) es obra del siglo XIV, concretamente del año 1369 y fue mandada levantar, aprovechando las ruinas de las antiguas torres, por Enrique II de Trastámara como defensa en la guerra que mantenía contra su hermano Pedro I.
La fortaleza tiene planta de cruz latina con tres brazos formados por torres cuadradas unidas por cuartos de cilindro y rematadas por almenas. En el interior hay 14 salas.
Actualmente es sede del Instituto para el Diálogo de las Culturas desde que en 1954, después de su restauración, fuera cedido a esa institución. Hay un interesante museo audiovisual llamado de “las Tres Culturas” que muestra esas civilizaciones que un día en el pasado convivieron en Córdoba. Se puede visitar y es muy recomendable porque tendremos el regalo final de poder visitar la torre y disfrutar de sus vistas.