Oropesa (Castilla-La Mancha)

El actual Parador Nacional “Castillo de Oropesa”, fue edificado primitivamente sobre un pequeño montículo, fue construido por los árabes (siglos XII y XIII), como suele ocurrir en demasiadas ocasiones, se levanta sobre una construcción romana anterior. Su planta es rectangular y tiene cuatro torres circulares en las esquinas, de las que hoy sólo quedan dos. Realmente deberíamos hablar de “los castillos de Oropesa”, pues lo que hoy nos ha llegado es la suma de la antigua fortaleza árabe y una levantada posterior. El castillo se encuentra en la villa de homónimo nombre, en la provincia de Toledo, en la comunidad de Castilla-La Mancha, a unos 115 kilómetros de la capital provincial.
En el año 1355 villa y castillo fueron cedidos a Don García Álvarez de Toledo por Enrique II (hijo bastardo de Alfonso XI, fue el primer rey castellano de la Casa de Trastámara. Encabezó la rebelión nobiliaria contra su hermano Pedro I el Cruel y con el apoyo de Francia y Aragón logró la victoria definitiva en 1369). La razón de esta cesión fue la inquebrantable lealtad que don García prestó a la causa del Trastámara.
En el año 1402 se construyó el nuevo castillo, que pasó a los duques de Frías.
Aquí tuvieron lugar notables luchas por el problema de sucesión al trono castellano por aquello de Doña Juana la Beltraneja (sus propietarios defendieron su derecho al trono en contra de la futura Isabel la Católica). Juana era, hasta cierto punto, hija dudosa de

Posteriormente el castillo también tuvo notoriedad cuando el problema de los comuneros (enfrentamiento de la nobleza castellana con el rey Carlos I de España y V de Alemania. Aunque los Comuneros consiguieron algunos éxitos bélicos, fueron derrotados en abril de 1521 en la batalla de Villamar (en la provincia de Valladolid), esto significó la sumisión castellana al gobierno regio. En adelante, las Cortes cederían la mayor parte de sus antiguas prerrogativas políticas, limitando sus funciones a materia tributaria: los pecheros castellanos tuvieron que soportar desde entonces el peso de los gastos imperiales.)
Ha tenido que participar, por avatares históricos, varias guerras, entre ellas la de la Independencia.
La

La planta del que llamaríamos “castillo nuevo” es rectangular y posee torres de distinta forma en sus ángulos, construidas en parte con sillería. En su interior hay una gran plaza en la que se entra por una puerta protegida por la torre principal.
La torre del Homenaje es cuadrada, de 25 metros y cinco plantas, rematada por cuatro garitones defensivos.
Nos queda destacar su foso y el puente levadizo.
El castillo se encuentra profundamente restaurado. En el siglo XIX fue abandonado y posteriormente habilitado como casa-cuartel de la Guardia Civil (lo que han tenido que sufrir algunas fortalezas solamente ellas lo saben…). En 1930 se instauró el Parador Nacional Virrey Toledo, pero fue suprimido y vuelto a instaurar en 1966.
En 1923 fue declarado en Monumento Nacional.