Va de castillos

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viernes, septiembre 01, 2006

San Sebastián de la Gomera (Islas Canarias)


Aunque no te lo creas amigo lector en ocasiones existen retos en las cosas más nimias. Uno de esos retos era el encontrar algunos restos de castillos, murallas o torres en las Islas Canarias que pudieran complementar las páginas de éste blog. Al final, como puedes ver por ti mismo el reto ha sido cumplimentado y tenemos un ejemplo para colocar entre el resto de sus hermanos. Ciertamente no es el Castillo de la Mota, ni el de Cardona, ni el de Stirling, pero, la cuestión es que cumple nuestros objetivos y con eso es suficiente.
La villa africana de San Sebastián de la Gomera lleva ese nombre por ser el santo del día en el que llegó a ella Juan de Bethencourt, una especie de conquistador-mercenario que trabajaba para la corona de Castilla (entre sus conquistas destacan Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera). Zarpó desde el puerto francés de La Rochela para proceder a la conquista de las islas Canarias. Esta labor había sido encargada por el rey castellano Enrique III, en calidad de privilegio, al tío de Béthencourt, Roberto de Braquemont, quien delegó en él.
La villa no está exenta de casonas de rancios personajes venidos de la península. Pero lo que realmente llama la atención es la cantidad de cosas que hizo Colón en esta villa antes de marchar hacia América. Parece ser que en un templo, el de la Asunción, el navegante rezó (abriendo el camino para que rezaran en el mismo lugar muchos más; Pizarro, Cortés, Núñez de Balboa etc). También se nos asegura, así lo dice una inscripción, que Colón bebió agua de un pozo e incluso la tomó para su viaje., pidió ayuda a Doña María de Bobadilla, viuda de Hernán Peraza, uno de su valedores delante de los reyes, pues el timón de La Pinta se había dañado y además se alojó en la fortaleza del siglo XV (de la que sólo queda la Torre del Conde). Por lo que los lugareños cuentan parece como si Colón hubiera llevado permanentemente a un escribano detrás suyo para apuntar hasta sus más mínimos movimientos.
El tema que nos toca es los restos de la torre defensiva gótica llamada Torre del Conde cuya principal característica es que está construida con piedra volcánica. La Torre es el resto de un antiguo fortín construido entre los años 1447 y 1450 por el Conde de La Gomera. Durante una rebelión de los nativos de la isla fue lugar de refugio para los españoles.
Si los primeros cincuenta años del siglo XVI supusieron para el puerto de la villa un momento de esplendor, caracterizados por el paso de marinos y descubridores que alcanzaron fama en América, a partir de la segunda mitad del siglo, San Sebastián fue reiteradamente atacada, saqueada e incendiada por las incursiones de Jean Capdeville, en 1571; Pieter van der Does, en 1599; y Tabac Arráez, en 1618. Tan alto fue su valor estratégico que en julio de 1743, el almirante inglés Charles Windham fue enviado con una pequeña flota para apoderarse de la Isla, pero salió derrotado en su empeño. La gesta la conmemora un espléndido mural pintado en 1760 y que se conserva en la Iglesia de la Asunción. En la defensa tuvo un papel destacado la Torre del Conde, aunque resultó seriamente dañada.